Elegir
¡Hola amigas y amigos!
¿Se han cansado de las propagandas políticas? ¿Decidieron? El domingo 27 los argentinos participaremos en un acto sumamente importante: las elecciones legislativas. Es fundamental que todos podamos expresar nuestra decisión con respeto, libertad y responsabilidad. Para ayudarnos a tomar una decisión libre y responsable desde el viernes se acallaron (o se deberían haber acallado) las propagandas. Comparto con ustedes esta historia, para ayudarnos mutuamente a ser respetuosos.
“Había una vez un tigre sin color. Todos sus tonos eran grises. Tanto, que parecía salido de una de esas películas antiguas. Su falta de color lo había hecho tan famoso, que los mejores pintores del mundo entero habían visitado su zoológico tratando de colorearlo, pero ninguno había conseguido nada: todos los colores y pigmentos resbalaban sobre su piel.
Entonces apareció Chiflus, el pintor chiflado. Era un tipo extraño que andaba por todas partes pintando alegremente con su pincel. Mejor dicho, hacía como si pintara, porque nunca mojaba su pincel, y tampoco utilizaba lienzos o papeles; sólo pintaba en el aire, y de ahí decían que estaba chiflado. Por eso les hizo tanta gracia a todos que Chiflus dijera que quería pintar al tigre gris.
Al entrar en la jaula del tigre, el chiflado pintor comenzó a susurrarle a la oreja, al tiempo que movía su seco pincel arriba y abajo sobre el animal. Y sorprendiendo a todos, la piel del tigre comenzó a tomar los colores y tonos más vivos que un tigre pueda tener. Estuvo Chiflus mucho tiempo susurrando al gran animal y retocando todo su pelaje, que resultó bellísimo.
Todos quisieron saber cuál era el secreto de aquel genial pintor. Chiflus explicó cómo su pincel solamente servía para pintar la vida real, que por eso no necesitaba usar colores, y que había podido pintar el tigre con una única frase que susurró a su oído continuamente: "En sólo unos días volverás a ser libre, ya lo verás". Y viendo la tristeza que causaba al tigre su encierro, y la alegría por su libertad, los responsables del zoológico finalmente lo llevaron a la selva y lo liberaron, donde nunca más perdió su color”.
La democracia, y especialmente su expresión institucional en las cámaras legislativas, favorecen la expresión de la pluralidad. Las diferencias no tienen por qué ser ocasión de división. Más bien pueden ser una gran oportunidad para celebrar la armonía multicolor de la vida. No podemos conformarnos con ser grises. Como el personaje del cuento, también hoy los argentinos necesitamos entusiasmarnos mutuamente: ¡En sólo unos días volverás a ser libre!
Podremos ser libres, cada vez más libres, si nos comprometemos a expresar nuestras opciones con libertad y responsabilidad respetando las iniciativas diferentes. Ésa es la fiesta multicolor de la democracia: comprometernos para no ser grises, respetarnos para construir juntos la Patria que todos soñamos.
Hasta el próximo encuentro.
Un abrazo
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
viernes, 25 de octubre de 2013
Elegir
Morteros, Córdoba (R.A.)
Morteros, Córdoba, Argentina
martes, 10 de septiembre de 2013
Cura Gaucho
Cura Gaucho
¡Hola amiga y amigo!
Más nuestro que el pan casero es el título de un libro sobre la vida del Cura Brochero. Él supo hablar “el lenguaje del pueblo”, con sus palabras pero principalmente con su vida. Por eso la beatificación del Cura Brochero es una oportunidad para los cordobeses y para todos los argentinos porque a través del testimonio de su vida pobre y entregada Dios nos convoca y alienta.
Brochero fue un verdadero Pastor con olor a oveja. Nació en Santa Rosa de Río Primero en 1840. Se formó en el Seminario de Córdoba y en 1869 fue destinado como cura párroco a Traslasierra. Desde las Altas Cumbres, divisando el valle, vio que estaba todo por hacer. Pastor dotado de gran espíritu de sacrificio y extraordinaria caridad pastoral y social, sirvió a la gente más pobre del campo, compartió su vida y promovió en ella la elevación humana y religiosa (1).
El Cura Brochero nos anima, como bautizados, a salir a las fronteras, a ir hacia los que no conocen el amor de Dios porque no se les ha anunciado o porque la cruda realidad que les toca vivir les dice que Dios pareciera estar ausente de sus vidas. Nos invita a compartir con ellos que Dios nos ama. Como María en las Bodas de Caná, también Brochero supo decir a Jesús: “no tienen agua”, “no tienen educación”, “no tienen caminos”, “no tienen medios acordes para encontrarse como hermanos y comercializar sus productos...”. Y él hizo lo que Jesús dijo: ayudó a todos sus contemporáneos a escuchar esa misma voz que abre las cataratas del amor de Dios y que se vuelca en el amor concreto al hermano: abrió escuelas, fue pionero en abrir un colegio para niñas, proyectó el ferrocarril, y entre todos hicieron caminos, acequias, diques, telégrafos, y la misma Casa de Ejercicios Espirituales.
Hace cinco años, en el V Encuentro Nacional de Sacerdotes, el entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, nos decía: “Hay que caer en la cuenta que no se puede ser cristiano de etiqueta: o seguís a Jesús o nos sos cristiano, o ponés la carne sobre el asador o no sos cristiano. Hay que caer en la cuenta también que los cristianos de sacristía se tienen que ir al museo. Si sos cristiano, tenés que estar en la calle. El Cura Brochero era un salidor de alma. Brochero salía a buscar y como dice el Evangelio de San Mateo en la Parábola del Banquete, juntaba a buenos y a malos. A todos les daba los Ejercicios Espirituales. Brochero era un salidor, no se quedaba en la casa parroquial.”
¡Cuánto necesitamos no dejarnos vencer por el desaliento! ¡Cuánto necesitamos entusiasmarnos para trabajar juntos, sabiendo que podemos cambiar las cosas que no andan bien! Los cristianos “de sacristía” se tienen que ir al museo. Tenemos que poner “toda la carne en el asador”. Brochero nos alienta y entusiasma. ¿No te parece?
Hasta el próximo encuentro.
Un abrazo
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
(1) cfr. Mensaje de los obispos con ocasión de la Beatificación del Cura Brochero, 20 de abril de 2013.
¡Hola amiga y amigo!
Más nuestro que el pan casero es el título de un libro sobre la vida del Cura Brochero. Él supo hablar “el lenguaje del pueblo”, con sus palabras pero principalmente con su vida. Por eso la beatificación del Cura Brochero es una oportunidad para los cordobeses y para todos los argentinos porque a través del testimonio de su vida pobre y entregada Dios nos convoca y alienta.
Brochero fue un verdadero Pastor con olor a oveja. Nació en Santa Rosa de Río Primero en 1840. Se formó en el Seminario de Córdoba y en 1869 fue destinado como cura párroco a Traslasierra. Desde las Altas Cumbres, divisando el valle, vio que estaba todo por hacer. Pastor dotado de gran espíritu de sacrificio y extraordinaria caridad pastoral y social, sirvió a la gente más pobre del campo, compartió su vida y promovió en ella la elevación humana y religiosa (1).
El Cura Brochero nos anima, como bautizados, a salir a las fronteras, a ir hacia los que no conocen el amor de Dios porque no se les ha anunciado o porque la cruda realidad que les toca vivir les dice que Dios pareciera estar ausente de sus vidas. Nos invita a compartir con ellos que Dios nos ama. Como María en las Bodas de Caná, también Brochero supo decir a Jesús: “no tienen agua”, “no tienen educación”, “no tienen caminos”, “no tienen medios acordes para encontrarse como hermanos y comercializar sus productos...”. Y él hizo lo que Jesús dijo: ayudó a todos sus contemporáneos a escuchar esa misma voz que abre las cataratas del amor de Dios y que se vuelca en el amor concreto al hermano: abrió escuelas, fue pionero en abrir un colegio para niñas, proyectó el ferrocarril, y entre todos hicieron caminos, acequias, diques, telégrafos, y la misma Casa de Ejercicios Espirituales.
Hace cinco años, en el V Encuentro Nacional de Sacerdotes, el entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, nos decía: “Hay que caer en la cuenta que no se puede ser cristiano de etiqueta: o seguís a Jesús o nos sos cristiano, o ponés la carne sobre el asador o no sos cristiano. Hay que caer en la cuenta también que los cristianos de sacristía se tienen que ir al museo. Si sos cristiano, tenés que estar en la calle. El Cura Brochero era un salidor de alma. Brochero salía a buscar y como dice el Evangelio de San Mateo en la Parábola del Banquete, juntaba a buenos y a malos. A todos les daba los Ejercicios Espirituales. Brochero era un salidor, no se quedaba en la casa parroquial.”
¡Cuánto necesitamos no dejarnos vencer por el desaliento! ¡Cuánto necesitamos entusiasmarnos para trabajar juntos, sabiendo que podemos cambiar las cosas que no andan bien! Los cristianos “de sacristía” se tienen que ir al museo. Tenemos que poner “toda la carne en el asador”. Brochero nos alienta y entusiasma. ¿No te parece?
Hasta el próximo encuentro.
Un abrazo
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
(1) cfr. Mensaje de los obispos con ocasión de la Beatificación del Cura Brochero, 20 de abril de 2013.
Morteros, Córdoba (R.A.)
Morteros, Córdoba, Argentina
viernes, 24 de mayo de 2013
25 de Mayo de 2013
25 de Mayo de 2013
Unidad en la diversidad
Hola amigo. ¿Cómo pasaste la semana? ¿Ayer hubo locro? La celebración de la Fiesta de la Patria en el clima de confrontaciones permanentes que vivimos los argentinos en los últimos meses me motivó para compartir contigo algunas reflexiones.
Nuestras diferencias también pueden ser ocasión de integración y complementariedad. Si no asumimos de este modo las diversidades, los enfrentamientos entre grupos y sectores pueden terminar destruyendo nuestra unidad nacional.
La necesidad de paz y la reconciliación pueden no ser realidades tan evidentes para los más jóvenes. Los dramas causados por los enfrentamientos entre los argentinos para las nuevas generaciones pueden ser sólo una anécdota. Y la sociedad de hoy, la "sociedad del instante", no ayuda a forjar una conciencia histórica.
Creo que tenemos que velar por conservar estos valores originarios: la Patria Argentina y la Gran Patria Latinoamericana se fundan en el respeto de la unidad en la diversidad. Es fundamental recuperar este concepto en el plano Institucional. Pero el gran desafío consiste en realizar la unidad en la diversidad también en la vida cotidiana de las familias y de las organizaciones intermedias.
Para vivir la unidad en la diversidad hay que reconocer el valor de una raíz común, plasmada en el preámbulo de nuestra Constitución Nacional: “Constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección... de Dios, fuente de toda razón y justicia”.
En una sociedad fragmentada se puede desarrollar una fuerte agresividad. Esa hostilidad se combate comprometiéndonos a construir la comunidad y fomentando un sentimiento común. En esto la fe cristiana que profesamos la inmensa mayoría de los argentinos puede hacer un gran aporte.
La mentira y las apariencias institucionales, en todos sus niveles, caracterizan nuestra sociedad farisea, donde importa más lo que los demás ven y no lo que en realidad somos o hacemos. En una cultura así, el testimonio de las personas reviste gran importancia, porque la gente ya no cree en las verdades generales; sólo cree en personas reales que encarnan esas verdades.
Argentina necesita personas que, mediante una actitud positiva, estén dispuestas a construir algo juntas sin ver al otro como un enemigo. Y por eso precisamente la democracia requiere una base moral y espiritual.
Ciertas formas de conducción crean una oposición entre “nosotros” y “ellos”. El infierno son los otros. El verdadero humanismo pretende reunir; parte del “yo y tú” en lugar de “nosotros” y “ellos”. Por supuesto, un partido político debe subrayar su identidad, hacer oír su diferencia. "La política es un combate, pero no puede ser una guerra" (1).
Sería bueno que al plantear nuestras diferencias supiéramos valorar lo que nos une.
“Los hermanos sean unidos,
porque esa es la ley primera
tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que sea
porque si entre ellos pelean
los devoran los de ajuera”.
¿No te parece?
Hasta el próximo encuentro.
Un abrazo
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
[1] Hernán Van Rompuy, El gran reto: unidad en la diversidad,
Ciudad Nueva, mayo 2012.
Morteros, Córdoba (R.A.)
Morteros, Córdoba, Argentina
sábado, 9 de marzo de 2013
Cónclave
Cónclave
Hola amigo!
El lunes 11 de febrero el Papa Benedicto XVI nos sorprendió con su renuncia al Pontificado. Un gesto que puede tener muchas interpretaciones. Personalmente pienso que manifiesta la humildad de quien reconoció, por la edad avanzada, sus limitaciones para poder ejercer bien ese servicio pastoral “en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe”. Creo que este gesto nos ayuda a descubrir una Iglesia “más humana”, integrada por mujeres y varones limitados que “llevamos un tesoro en cacharros de barro” (2 Cor 4,7).
“Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice” (1). El martes 12 de marzo se iniciará el Cónclave donde se elegirá al nuevo Papa. Por eso quiero compartir con ustedes la Oración que escribió un sacerdote de Córdoba.
“Que elijas vos, Jesús,
vas a buscar quien pase haciendo el bien por Galilea
y pague el precio de morir en cruz
por andar con los más pobres de tu pueblo.
Que elijas vos, hijo de María,
que tenga la voz y el tono de tu madre,
y derribe del trono a poderosos,
enaltezca a aquellos más humildes.
Que elijas vos, pastor bueno,
mirarás ahí donde ya nadie mira,
buscarás al menor de los hermanos,
a aquel que siga con olor a ovejas.
Que elijas vos, Cristo-Mesías,
señalarás a aquel que más se aleje
de ascensos y ambiciones desmedidas,
de negociar para ocupar la primacía.
Que elijas vos, profeta de verdades,
a quien se atreva a proponer el Reino
con la humildad de los que siempre aprenden
y el respeto por los que no lo creen.
Que elijas vos, esposo enamorado,
sabrás del corazón de cada uno
buscando aquel que ame sin reservas
y esté dispuesto llevarnos a tu abrazo.
Que elijas vos… la Iglesia está esperando”.
Hasta el próximo encuentro.
Un abrazo
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
___________________
(1) Declaración de Benedicto XVI, en el Consistorio Ordinario Público, del 11 de febrero, sobre su renuncia al Ministerio de Obispo de Roma, sucesor de San Pedro.
Hola amigo!
El lunes 11 de febrero el Papa Benedicto XVI nos sorprendió con su renuncia al Pontificado. Un gesto que puede tener muchas interpretaciones. Personalmente pienso que manifiesta la humildad de quien reconoció, por la edad avanzada, sus limitaciones para poder ejercer bien ese servicio pastoral “en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe”. Creo que este gesto nos ayuda a descubrir una Iglesia “más humana”, integrada por mujeres y varones limitados que “llevamos un tesoro en cacharros de barro” (2 Cor 4,7).
“Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice” (1). El martes 12 de marzo se iniciará el Cónclave donde se elegirá al nuevo Papa. Por eso quiero compartir con ustedes la Oración que escribió un sacerdote de Córdoba.
“Que elijas vos, Jesús,
vas a buscar quien pase haciendo el bien por Galilea
y pague el precio de morir en cruz
por andar con los más pobres de tu pueblo.
Que elijas vos, hijo de María,
que tenga la voz y el tono de tu madre,
y derribe del trono a poderosos,
enaltezca a aquellos más humildes.
Que elijas vos, pastor bueno,
mirarás ahí donde ya nadie mira,
buscarás al menor de los hermanos,
a aquel que siga con olor a ovejas.
Que elijas vos, Cristo-Mesías,
señalarás a aquel que más se aleje
de ascensos y ambiciones desmedidas,
de negociar para ocupar la primacía.
Que elijas vos, profeta de verdades,
a quien se atreva a proponer el Reino
con la humildad de los que siempre aprenden
y el respeto por los que no lo creen.
Que elijas vos, esposo enamorado,
sabrás del corazón de cada uno
buscando aquel que ame sin reservas
y esté dispuesto llevarnos a tu abrazo.
Que elijas vos… la Iglesia está esperando”.
Hasta el próximo encuentro.
Un abrazo
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
___________________
(1) Declaración de Benedicto XVI, en el Consistorio Ordinario Público, del 11 de febrero, sobre su renuncia al Ministerio de Obispo de Roma, sucesor de San Pedro.
Morteros, Córdoba (R.A.)
Morteros, Córdoba, Argentina
martes, 19 de febrero de 2013
Otra vez a la Escuela!
Otra vez a la Escuela!
Hola amigo.
¿Todo listo para empezar las clases? Durante estos días les he preguntado a muchos niños y adolescentes si están contentos con empezar de nuevo las clases. Me sorprendió gratamente la respuesta de varios chicos: me dijeron que quieren volver a clases. Es verdad que se manifestaron entusiasmados con volver más los niños que los adolescentes, pero… ¡menos mal que no se me ocurrió hacer la “encuesta” entre las maestras y profesores!
En el aula había dos alumnos que tenían el mismo apellido: Urdaneta. Uno de los Urdaneta, el más pequeño, era un verdadero dolor de cabeza para la maestra: indisciplinado, poco aplicado en sus estudios, siempre buscando pleitos. El otro Urdaneta, en cambio, era un alumno ejemplar.
Tras la reunión de padres, una señora de modales muy finos se presentó a la maestra como la mamá de Urdaneta. Creyendo que se trataba de la mamá del alumno aplicado, la maestra se deshizo en alabanzas y felicitaciones y repitió varias veces que era un verdadero placer tener a su hijo como alumno.
A la mañana siguiente, el Urdaneta revoltoso llegó muy temprano al colegio y fue directo en busca de su maestra. Cuando la encontró, le dijo casi entre lágrimas: “Muchas gracias por haberle dicho a mi mamá que yo era uno de sus alumnos preferidos y que era un placer tenerme en su clase. ¡Con qué alegría me lo decía mamá! ¡Qué feliz estaba! Ya sé que hasta ahora no he sido bueno, pero desde ahora lo voy a ser”.
La maestra cayó en la cuenta de su error pero no dijo nada. Sólo sonrió y acarició levemente la cabeza de Urdaneta en un gesto de profundo cariño. El pequeño Urdaneta cambió totalmente desde entonces y fue, realmente, un placer tenerlo en clase.
Las expectativas que tenemos hacia una persona se las comunicamos y es probable que se conviertan en realidad. Esto es lo que se conoce como Efecto Pigmalión. Según la mitología, Pigmalión, rey legendario de Chipre, esculpió en marfil una estatua de mujer tan hermosa que se enamoró perdidamente de ella. Invocó a la diosa Venus, quien atendió las súplicas del rey enamorado, y convirtió la estatua en una bellísima mujer de carne y hueso. Pigmalión la llamó Galatea, se casaron y fueron muy felices.
El mito de Pigmalión viene a significar que las expectativas, positivas o negativas, influyen mucho en las personas con las que nos relacionamos. La capacidad de aceptar a los otros como son, y no como quisiéramos que fueran, y de comunicarles dicha aceptación mediante palabras o gestos, es tal vez la principal herramienta para producir cambios positivos en el crecimiento y desarrollo de la persona.
De ahí la necesidad de mirarnos todos siempre con los ojos del corazón, no sólo los docentes a sus alumnos. Si este año también los padres y madres miran con los ojos del corazón a los docentes; si los alumnos miran con los ojos del corazón a sus padres y docentes… si este año nos miramos con los ojos del corazón, el 2013 va a ser un año distinto. ¡Y muchos más van a estar entusiasmados con volver a clases! ¿No les parece?
¡Que pasen una linda semana de reinicio pleno de actividades!
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
Hola amigo.
¿Todo listo para empezar las clases? Durante estos días les he preguntado a muchos niños y adolescentes si están contentos con empezar de nuevo las clases. Me sorprendió gratamente la respuesta de varios chicos: me dijeron que quieren volver a clases. Es verdad que se manifestaron entusiasmados con volver más los niños que los adolescentes, pero… ¡menos mal que no se me ocurrió hacer la “encuesta” entre las maestras y profesores!
En el aula había dos alumnos que tenían el mismo apellido: Urdaneta. Uno de los Urdaneta, el más pequeño, era un verdadero dolor de cabeza para la maestra: indisciplinado, poco aplicado en sus estudios, siempre buscando pleitos. El otro Urdaneta, en cambio, era un alumno ejemplar.
Tras la reunión de padres, una señora de modales muy finos se presentó a la maestra como la mamá de Urdaneta. Creyendo que se trataba de la mamá del alumno aplicado, la maestra se deshizo en alabanzas y felicitaciones y repitió varias veces que era un verdadero placer tener a su hijo como alumno.
A la mañana siguiente, el Urdaneta revoltoso llegó muy temprano al colegio y fue directo en busca de su maestra. Cuando la encontró, le dijo casi entre lágrimas: “Muchas gracias por haberle dicho a mi mamá que yo era uno de sus alumnos preferidos y que era un placer tenerme en su clase. ¡Con qué alegría me lo decía mamá! ¡Qué feliz estaba! Ya sé que hasta ahora no he sido bueno, pero desde ahora lo voy a ser”.
La maestra cayó en la cuenta de su error pero no dijo nada. Sólo sonrió y acarició levemente la cabeza de Urdaneta en un gesto de profundo cariño. El pequeño Urdaneta cambió totalmente desde entonces y fue, realmente, un placer tenerlo en clase.
Las expectativas que tenemos hacia una persona se las comunicamos y es probable que se conviertan en realidad. Esto es lo que se conoce como Efecto Pigmalión. Según la mitología, Pigmalión, rey legendario de Chipre, esculpió en marfil una estatua de mujer tan hermosa que se enamoró perdidamente de ella. Invocó a la diosa Venus, quien atendió las súplicas del rey enamorado, y convirtió la estatua en una bellísima mujer de carne y hueso. Pigmalión la llamó Galatea, se casaron y fueron muy felices.
El mito de Pigmalión viene a significar que las expectativas, positivas o negativas, influyen mucho en las personas con las que nos relacionamos. La capacidad de aceptar a los otros como son, y no como quisiéramos que fueran, y de comunicarles dicha aceptación mediante palabras o gestos, es tal vez la principal herramienta para producir cambios positivos en el crecimiento y desarrollo de la persona.
De ahí la necesidad de mirarnos todos siempre con los ojos del corazón, no sólo los docentes a sus alumnos. Si este año también los padres y madres miran con los ojos del corazón a los docentes; si los alumnos miran con los ojos del corazón a sus padres y docentes… si este año nos miramos con los ojos del corazón, el 2013 va a ser un año distinto. ¡Y muchos más van a estar entusiasmados con volver a clases! ¿No les parece?
¡Que pasen una linda semana de reinicio pleno de actividades!
Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com
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Morteros, Córdoba, Argentina
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