martes, 14 de febrero de 2012

Qué es el amor?

¡Hola amigo!

Hace algún tiempo vengo pensando que cuando decimos “amor” decimos muchas cosas, a veces hasta contradictorias, como que “hay amores que matan”...

     Jesús nos enseña a amar, nos enseña, amando… “Ámense los unos a los otros, como yo los he amado” (Jn 15,12).

     Hoy quiero compartir con ustedes esta historia que nos ayuda a repensar en qué consiste el amor.

"Uno de los niños en clase preguntó a la maestra: `Maestra… ¿qué es el amor?`


     La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:


- Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.


El primer alumno respondió:


- Yo traje esta flor… ¿no es bonita?


A continuación, otro alumno dijo:


- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?


Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio.


     Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.


     La maestra se dirigió a ella:


- Muy bien, ¿y vos?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?


     La criatura, tímidamente, respondió:


- Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté atraparlas. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…
Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñarles lo que he traído?


     La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón. El amor es algo que se siente.


     Hay que tener sensibilidad para vivirlo." (1)


El amor no es un trofeo. Sólo poseemos lo que nos regalan y regalamos.

     Con la pareja, con los hijos, con los padres, con los amigos… ¿en qué hacemos consistir el amor?

     ¡Hasta el próximo encuentro!


Jorge Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com

1) http://educamosjuntoscuentos.blogspot.com/