viernes, 25 de octubre de 2013

Elegir

Elegir

¡Hola amigas y amigos!

¿Se han cansado de las propagandas políticas? ¿Decidieron? El domingo 27 los argentinos participaremos en un acto sumamente importante: las elecciones legislativas. Es fundamental que todos podamos expresar nuestra decisión con respeto, libertad y responsabilidad. Para ayudarnos a tomar una decisión libre y responsable desde el viernes se acallaron (o se deberían haber acallado) las propagandas. Comparto con ustedes esta historia, para ayudarnos mutuamente a ser respetuosos.

     “Había una vez un tigre sin color. Todos sus tonos eran grises. Tanto, que parecía salido de una de esas películas antiguas. Su falta de color lo había hecho tan famoso, que los mejores pintores del mundo entero habían visitado su zoológico tratando de colorearlo, pero ninguno había conseguido nada: todos los colores y pigmentos resbalaban sobre su piel.

     Entonces apareció Chiflus, el pintor chiflado. Era un tipo extraño que andaba por todas partes pintando alegremente con su pincel. Mejor dicho, hacía como si pintara, porque nunca mojaba su pincel, y tampoco utilizaba lienzos o papeles; sólo pintaba en el aire, y de ahí decían que estaba chiflado. Por eso les hizo tanta gracia a todos que Chiflus dijera que quería pintar al tigre gris.

     Al entrar en la jaula del tigre, el chiflado pintor comenzó a susurrarle a la oreja, al tiempo que movía su seco pincel arriba y abajo sobre el animal. Y sorprendiendo a todos, la piel del tigre comenzó a tomar los colores y tonos más vivos que un tigre pueda tener. Estuvo Chiflus mucho tiempo susurrando al gran animal y retocando todo su pelaje, que resultó bellísimo.

     Todos quisieron saber cuál era el secreto de aquel genial pintor. Chiflus explicó cómo su pincel solamente servía para pintar la vida real, que por eso no necesitaba usar colores, y que había podido pintar el tigre con una única frase que susurró a su oído continuamente: "En sólo unos días volverás a ser libre, ya lo verás". Y viendo la tristeza que causaba al tigre su encierro, y la alegría por su libertad, los responsables del zoológico finalmente lo llevaron a la selva y lo liberaron, donde nunca más perdió su color”.

     La democracia, y especialmente su expresión institucional en las cámaras legislativas, favorecen la expresión de la pluralidad. Las diferencias no tienen por qué ser ocasión de división. Más bien pueden ser una gran oportunidad para celebrar la armonía multicolor de la vida. No podemos conformarnos con ser grises. Como el personaje del cuento, también hoy los argentinos necesitamos entusiasmarnos mutuamente: ¡En sólo unos días volverás a ser libre!

     Podremos ser libres, cada vez más libres, si nos comprometemos a expresar nuestras opciones con libertad y responsabilidad respetando las iniciativas diferentes. Ésa es la fiesta multicolor de la democracia: comprometernos para no ser grises, respetarnos para construir juntos la Patria que todos soñamos.

     Hasta el próximo encuentro.

     Un abrazo


Jorge F. Trucco
E-mail: jftrucco@gmail.com